Julio: El rey del verano, el tomate
El pigmento del tomate destaca por sus propiedades anticancerígenas.
El tomate se ha hecho imprescindible en la cocina mediterránea gracias a su sabor dulce y
ligeramente ácido, su peculiar aroma, su exquisita textura y su efecto refrescante. Su color rojo intenso, que atrae la mirada como si quisiera reclamar la atención sobre sus cualidades, es debido a la presencia de licopeno, un tipo de caroteno con efecto antioxidantes que protege específicamente frente a varios tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y degenerativas.
Rojo licopeno
En el tomate maduro, el licompeno representa más del 80% de los carotenos, seguido del betacaroteno, con una 5% aproximadamente. El licopeno no se convierte en vitamina A como el betacaroteno, pero su consumo es recomendable por sus destacadas propiedades antioxidantes, que protegen las células de los daños causados por los radicales libres, responsables de la degeneración de los tejidos que conduce a las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y el envejecimiento prematuro. Los estudios indican que el licopeno reduce la incidencia de los cánceres de próstata, piel, boca, cerebro, cuello, mama, pulmón, estómago y colon.
Bueno para el corazón
Además el tomate es un aliado del corazón por varias razones. El licopeno reduce los niveles de colesterol en forma de lipoproteínas de baja densidad, cuyo exceso produce aterosclerosis y aumenta el rtiesgo de enfermedad cardiaca. Por otra parte, en la gelatina que rodea las semillas hay un componente que previene la formación de trombos y por tanto de infartos cardiacos y embolias.
El sabor del tomate es agridulce debido a una pequeña cantidad de azúcares simples y a algunos ácidos orgánicos, como citratos y malatos, responsables de que resulte tan agradable y digestivo.
Además destaca el contenido del trío de vitaminas antioxidantes A, C y E. Las tres vitaminas previenen la degeneración de tejidos y colaboran con el sistema inmunitario en la lucha contra infecciones. También es destacable el contenido en vitaminas del grupo B, más alto que en otras hortalizas, sobre todo de B1, B2 y B6, que benefician al sistema nervioso.
Salud esencial
Propiedades. Previene varios tipos de cáncer. Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Refuerza en general las defensas del organismo.
200 gramos de tomate aportan 34 calorías, el 80% de la necesidad diaria de vitamina C, el 30% de la provitamina A, el 25% del ácido fólico, el 15% del potasio, el 13% de la vitamina E, el 12% de magnesio y el 11% de vitamina B1
Salsas ricas en licopeno
Mayor absorción. Determinadas formas de consumir el tomate potencian la absorción del licopeno. Se absorbe con el triple de eficacia si se toma cocinado., porque el calor rompe las membranas celulares y permite la salida del licopeno. Además se asimila mejor tomándolo con un poco de aceite dado que es un compuesto soluble en grasas.
Mejores fuentes. Se considera que las mejores fuentes de licopeno son los concentrados, purés y salsas, sobre todo si son de elaboración casera con tomates maduros de temporada. Las salsas tipo ketchup también lo contienen.
El tomate se ha hecho imprescindible en la cocina mediterránea gracias a su sabor dulce y
ligeramente ácido, su peculiar aroma, su exquisita textura y su efecto refrescante. Su color rojo intenso, que atrae la mirada como si quisiera reclamar la atención sobre sus cualidades, es debido a la presencia de licopeno, un tipo de caroteno con efecto antioxidantes que protege específicamente frente a varios tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y degenerativas.
Rojo licopeno
En el tomate maduro, el licompeno representa más del 80% de los carotenos, seguido del betacaroteno, con una 5% aproximadamente. El licopeno no se convierte en vitamina A como el betacaroteno, pero su consumo es recomendable por sus destacadas propiedades antioxidantes, que protegen las células de los daños causados por los radicales libres, responsables de la degeneración de los tejidos que conduce a las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y el envejecimiento prematuro. Los estudios indican que el licopeno reduce la incidencia de los cánceres de próstata, piel, boca, cerebro, cuello, mama, pulmón, estómago y colon.
Bueno para el corazón
Además el tomate es un aliado del corazón por varias razones. El licopeno reduce los niveles de colesterol en forma de lipoproteínas de baja densidad, cuyo exceso produce aterosclerosis y aumenta el rtiesgo de enfermedad cardiaca. Por otra parte, en la gelatina que rodea las semillas hay un componente que previene la formación de trombos y por tanto de infartos cardiacos y embolias.
El sabor del tomate es agridulce debido a una pequeña cantidad de azúcares simples y a algunos ácidos orgánicos, como citratos y malatos, responsables de que resulte tan agradable y digestivo.
Además destaca el contenido del trío de vitaminas antioxidantes A, C y E. Las tres vitaminas previenen la degeneración de tejidos y colaboran con el sistema inmunitario en la lucha contra infecciones. También es destacable el contenido en vitaminas del grupo B, más alto que en otras hortalizas, sobre todo de B1, B2 y B6, que benefician al sistema nervioso.
Salud esencial
Propiedades. Previene varios tipos de cáncer. Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Refuerza en general las defensas del organismo.
200 gramos de tomate aportan 34 calorías, el 80% de la necesidad diaria de vitamina C, el 30% de la provitamina A, el 25% del ácido fólico, el 15% del potasio, el 13% de la vitamina E, el 12% de magnesio y el 11% de vitamina B1
Salsas ricas en licopeno
Mayor absorción. Determinadas formas de consumir el tomate potencian la absorción del licopeno. Se absorbe con el triple de eficacia si se toma cocinado., porque el calor rompe las membranas celulares y permite la salida del licopeno. Además se asimila mejor tomándolo con un poco de aceite dado que es un compuesto soluble en grasas.
Mejores fuentes. Se considera que las mejores fuentes de licopeno son los concentrados, purés y salsas, sobre todo si son de elaboración casera con tomates maduros de temporada. Las salsas tipo ketchup también lo contienen.
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