La lechuga, nuestra amiga ideal
Lechuga romana |
. Durante la Edad Media y el Renacimiento parece que solo se conocía un pequeño número de variedades ,pero a partir del s. XVII este número se ha ampliado considerablemente, hasta cien variedades reconocidas actualmente.
Decenas de estudios han relacionado el consumo frecuente de lechuga con un riesgo menor de padecer cáncer, en especial de estómago. La explicación es su contenido en fibra, betacaroteno, vitaminas C y E, así como en minerales (magnesio, hierro…) y flavonoides antioxidantes. Debido a que drena el hígado, ejerce una acción depurativa general del organismo. también posee propiedades hipoglucemiantes, lo que hace aconsejable su consumo para los diabéticos. A la hora de comerla hay que tener en cuenta que la cantidad de vitaminas es mucho mayor en las hojas verdes de la parte exterior que en las pálidas hojas interiores, y hasta 50 veces más en el caso de los carotenos, así que no hay que eliminar más de las estrictamente necesarias.
Lechuga hoja de roble |
Un tranquilizante sin efectos secundarios. Al cortar el tallo de una lechuga se puede observar como rezuma un líquido similar a la leche. Esta sustancia es rica en compuestos con poder somníferos Se puede aprovechar esta propiedad consumiéndola de noche. Durante la época de las mandarinas, que tienen igualmente virtudes calmantes, puede hacerse una cura alterna de de los alimentos un día uno y el otro al día siguiente, durante unos días, consiste en una cura antinerviosa.
Nutrición básica Propiedades. Abre el apetito..La fibra favorece la buena digestión y el aprovechamiento de nutrientes. Ayuda a relajarse y dormir bien. Contribuye a prevenir numerosas enfermedades crónicas y degenerativas. 200 gramos de lechuga: Aportan 20 calorías, el 36% de las necedades diarias de ácido fólico, el 34% de la vitamina C, el 30 % de la provitamina A y el 16% del hierro.
Lechuga rizada |
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