EL AGUACATE
Si no se conoces una fruta es difícil que la
compremos; tienes que confiar en tu tendero, o que alguien te la presente ya
elaborada, y aún habrá muchas posibilidades de que pase desapercibida o
inapreciada. Comer bien requiere una cultura, y el aguacate todavía nos sueña
al exótico plato de guacamole. En nuestro territorio se cultiva en ecológico
desde hace década, especialmente en la costa granadina y malagueña, el consumo
de aquí no es suficiente y tienen que exportarlo, siendo muy apreciado en
Europa. Saber de sus propiedades y posibilidades nos llevará a incluirlo en la
compra habitual, especialmente cuando comprendamos por qué es tan importante
que sea ecológico, de temporada, y de cerca.
En la cálida costa malagueña existen muchos
agricultores que cultivan en ecológico frutales tropicales: mangos, chirimoyas
y también aguacates. El aguacate no deja se ser sorprendente “caminas sobre una
tierra mullida, con hierba, verde incluso en un clima árido como el de
Andalucía, y huele a trópico, por la humedad y la abundante materia orgánica”.
La gran diferencia de su cultivo con el convencional es que un alimento local,
y sin abonos químicos, ni muchos menos artificiosos riegos con nutrientes
nitrogenados. Se cuida también que haya diversas variedades y un entorno sin
tóxicos al que los apicultores llevan sus colmenas para que las abejas hagan su
impagable labor polinizadora. El aguacate ecológico llevará toda esa salud y
riqueza ecológica a nuestra mesa.
Recolectado en un punto de madurez se
aprecia mejor esta “fruta mantequilla”, como la llaman los alemanes, y ya hay
una empresa que extrae aceite de aguacate. Contiene proteínas pero cinco veces
menso grasa que la mantequilla o la margarina. Además es una grasa buena,
necesaria para que la piel, el pelo y las mucosas reciban su aporte desde la
raíz. Nos ayuda también su contenido en vitaminas, en orden decreciente las A,
C, B6, B2, B1…No tiene azúcar lo cual nos permite preparar algo dulce o lago
salado.
Como curiosidad, podemos decir que este
árbol, para dar su semilla pone toda su vitalidad en ella olvidándose hasta de
las hojas. Deja que se caigan y aparecen las flores, de un amarillo pálido, en
un árbol con el tronco marrón oscuro y las ramas verdes. Femeninas al abrirse y
tomar el polen fecundador, masculinas cuando el fruto ya ha cuajado, dan paso a
unos frutos que los aztecas bautizaron
sencillamente.Ahuácatl: testículos. Así lo parecen, sobre todo la varidad Hass
de piel rugosa que oscurece conformen van madurando, luego tenemos otras
variedades más comunes aquí como Bacon; reed; etc
El aguacate serä desde este pasado otoño y hasta principios de verano el rey de muchos platos; sobre todo las ensaladas que tanto necesitan los urbanos: porque como ha descubierto Joel Acremant, cocinero y experto en alimentación humana, “los campesinos son aficionadas a una sopa caliente, mientras los urbanos comen ensaladas para refrescarse de tanta pared seguida”. Pero tampoco es que haga falta buscar excusas…
BATIDO: Nutritivo…se
prepara con aguacate, leche o yogur, canela y zumo de manzana (o azúcar) a
vuestro gusto.
PATÉ SALADO: Poner en el
mortero la pulpa del aguacate con alguna especia(a elegir entre ajo, pimienta,
albahaca, oregano), sal, vinagre y un poco de pimentón, ya solo falta untarlo
en el pan…
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